No me encuentro bien… ¿resfriado, gripe o Covid-19?

Tu cuerpo te ha dado el aviso, algo no anda bien, te sientes especialmente cansado, con sensación de malestar, dolor de garganta y muchas ganas de meterte en la cama. Pero tienes mil cosas que hacer, y esa reunión tan importante; igual es solo un bajoncillo y con un poco de paracetamol estarás como nuevo… ¿O no?

Y es que los resfriados son un clásico del otoño/invierno, y estamos más que acostumbrados a vivir con ellos, con paquete de clínex en el bolsillo, cafés calientes para espabilar y un poco incómodos, pero sin más problema. Hasta que hace un par de años la covid-19 lo cambió todo, y la tos se convirtió en el primer y principal indicio de que debíamos extremar las precauciones.

Un par de años después, las cosas siguen cambiando, y aunque en general los síntomas de las nuevas variantes parecen ser más leves, no hay que bajar la guardia ya que la ecuación sigue siendo compleja… ¿cómo saber si estás pasando un resfriado, con riesgo moderado para ti y las personas de tu entorno, u otro tipo de infección como gripe o covid, que puede llegar a ser peligroso para muchas personas, de forma difícilmente previsible?

Por descontado que lo primero es consultar con un profesional médico, especialmente si hay fiebre alta, dolor fuerte u otros síntomas que a priori parecían leves se agravan, o si somos pacientes de riesgo por cualquier motivo.

Pero si los síntomas son leves, y dudamos de qué cuidados o medidas especiales son los más adecuados, existen algunos indicios y claves para tener en cuenta antes de tomar decisiones. Y cuidado con algunas creencias populares que pueden llevarnos a no ser prudentes con nuestra salud y la de nuestro entorno más cercano.

“No es un virus, es que he cogido frío”

La primera clave a tener en cuenta es que el resfriado común es una infección viral de la nariz y la garganta. Aunque muchos tipos de virus pueden causar un resfriado común, los rinovirus son la causa más común.

Un virus del resfriado entra en el cuerpo a través de la boca, los ojos o la nariz. Puede propagarse a través de gotitas en el aire cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla. También se propaga por contacto mano a mano con alguien que tiene el virus o al compartir objetos contaminados, como utensilios de comida, toallas, juguetes o teléfonos.

El contagio, por tanto, se produce de forma muy similar al de la Covid-19, aunque existen algunas particularidades. Los síntomas de un resfriado común suelen aparecer de uno a tres días después de la exposición al virus, mientras que en el caso de la Covid este plazo puede alargarse hasta los 14 días.

No hay ninguna cura para el resfriado común. El tratamiento, en caso de ser necesario puede incluir analgésicos y medicamentos de venta libre, únicamente para aliviar los síntomas, como los descongestionantes. Cuidado, mucho cuidado, con automedicarte con otro tipo de medicamentos como los antibióticos, que no son eficaces ante las infecciones víricas y que siempre deben haber sido recetados por un médico.

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En la mayoría de los casos, el resfriado común no conlleva riesgo para el paciente y dura de tres a 10 días, aunque algunos resfriados pueden alargarse hasta las dos o tres semanas. Por eso, pese a tratarse de una patología mayoritariamente leve, no debemos bajar la guardia y es importante que le demos al cuerpo los refuerzos necesarios para que se recupere completamente y no se alargue o deje síntomas residuales.

Recuerda que la alimentación y el descanso son la principal medicina mientras dure la enfermedad, ya sea resfriado o cualquier otro tipo de virus o patología invernal, y que el lavado de manos frecuente es fundamental para evitar la propagación y la sobreexposición. Además puedes apoyarte en algunos componentes naturales como las gárgaras de agua templada con sal, que ayudan con la irritación de garganta y también pueden aliviar la congestión, y las infusiones con miel, limón y jengibre.

Hasta aquí todo bien, son consejos ya conocidos y que serán eficaces sea cuál sea el virus que ha entrado. Pero entonces, ¿dónde podemos encontrar un indicio de que lo que estamos pasando no es solo un resfriado?

Como todos sabemos, ya tenemos a nuestra disposición diferentes tipos de pruebas diagnósticas que podemos adquirir cómodamente en la farmacia y realizar en casa, como los test de antígenos. Esto ha supuesto un avance muy importante para la salud pública, pero también conlleva un riesgo, y es que ante un resultado negativo no debemos bajar la guardia ni “asegurar” que se trata de un resfriado, ya que la eficacia del test puede depender de muchos factores como el día en el que se realiza, la carga viral, etc. Así que es importante seguir manteniendo todas las precauciones posibles hasta que pasen unos días desde la desaparición de los síntomas, y estar atentos a las señales del cuerpo.

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Una señal que debe ponernos alerta es la aparición de síntomas relacionados con el aparato digestivo, como náuseas, vómitos o diarrea, ya que estos no van asociados al resfriado (ni a las alergias), y pueden ser el principal indicativo de que estamos ante otro tipo de virus, como el SARS-CoV-2, o la influenza A y B.

Y en este caso, la cosa se complica, ya que la gripe y el Covid-19 comparten prácticamente toda su sintomatología y además existe la posibilidad de tener ambos virus a la vez. La pérdida del sentido del gusto y el olfato puede ser un indicativo en algunas variantes, pero a la vez puede generar confusión, ya que en casos de congestión en resfriados o gripes, puede haber una sensación parecida, y además no siempre se produce este síntoma asociado a la Covid-19.

Si no hay síntomas asociados con el aparato digestivo, pero hay fiebre alta o dolor intenso de cabeza, músculos o articulaciones, también podría ser un indicio de que no se trata de un resfriado sino de otro tipo de infección, así como síntomas de intensidad moderada a grave en el sistema respiratorio como dolor de pecho, dificultad respiratoria, etc.

Insistimos en que estos casos no debemos dudar en consultar con un médico para evitar complicaciones y descartar cualquier riesgo importante para nuestra salud. Además, debemos tener muy en cuenta todas las precauciones para evitar contagios en nuestro entorno, y aunque los motivos los conocemos muy bien, no viene mal recordar que nunca debemos creernos invencibles, que cualquiera, independientemente de su edad y condición física puede verse muy afectado por la Covid-19, y sobre todo, que si tienes la suerte de no padecer sintomatología grave, debes considerar las consecuencias de este tipo de infección en la persona que tienes al lado, sea cual sea su condición.

Por eso, una vez más, la mejor medicina es la coherencia y la responsabilidad. Cuídate, y cuídanos a todos.